La Secretaría de Seguridad y Paz del Estado de Guanajuato condenó el ataque en el que mataron a Rosario y su hija.
La policía estatal Rosario Arriaga Zavala y su hija Julieta, menor de edad, fueron ejecutadas a bordo de un vehículo en la carretera Pénjamo-Huanímaro, en Abasolo, Guanajuato.
El ataque a la elemento de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado ocurrió a las 5:00 de la tarde, cinco horas después de que un policía en San Francisco del Rincón falleciera en una balacera y dos oficiales fueran lesionados.
Una llamada al Sistema de Emergencias 911 alertó a las corporaciones de Seguridad de una balacera; la oficial murió en el interior del auto sedán color gris y su hija en el exterior, en la puerta del lado del copiloto.
La Secretaría de Seguridad y Paz del Estado de Guanajuato condenó el ataque en el que mataron a Rosario, elemento activo de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, y a su menor hija.
El titular de la corporación, Juan Mauro González Martínez, afirmó que los responsables serán encontrados y deberán rendir cuentas ante la justicia.
“Este acto no quedará impune. Ningún agresor puede caminar libre mientras una familia llora su dolor, una corporación sufre la pérdida de una compañera y toda la sociedad demanda un entorno de paz”, declaró.
Expresó solidaridad con los familiares de Rosario y su hija, y con toda la corporación que hoy está de luto. Dijo que en la Secretaría de Seguridad y Paz reconocen el sacrificio de quienes eligieron proteger y servir a Guanajuato.