En solo dos meses, Antonio, padre de los menores, también perdió a su esposa, madre, suegra y suegro en una serie de eventos que han conmocionado a la comunidad de Huétor Tájar en Granada, España.

La localidad de Huétor Tájar, Granada, en España, se vio sacudida por un trágico hecho suscitado este fin de semana: un hombre de 72 años, identificado como José, mató a sus dos nietos, Guillermo de 12 años y Pablo de 10, antes de quitarse la vida.

Medios españoles relatan que la tragedia se desencadenó tras una discusión entre José, conocido como Pepe, y su yerno Antonio, el padre de los niños, en el domicilio familiar, la noche del domingo 19 de mayo.

Según fuentes de la investigación, después de la disputa, Antonio salió de la casa y Pepe se atrincheró en el interior con una escopeta. A las 21:45, los vecinos, alarmados por la situación, alertaron al servicio de emergencias 112, que a su vez informó a la Guardia Civil.

Pepe, quien se encontraba profundamente afectado por la pérdida reciente de su esposa y su hija en un accidente de tráfico el pasado mes de marzo, mantuvo a sus nietos en la casa durante toda la noche.

Los agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, que se desplazaron desde Madrid, intentaron mediar sin éxito. A las 05:00 de la madrugada, Pepe les indicó que se retiraba a descansar, diciendo que en unas horas prepararía a los niños para la escuela.

Pasadas las 08:00 del lunes, al no ver salir a los niños de la casa, los agentes decidieron intervenir. Al ingresar, encontraron a Guillermo y Pablo en dos habitaciones separadas: Guillermo con heridas de arma de fuego y Pablo aparentemente asfixiado. En ese momento, Pepe se quitó la vida con la misma escopeta.

Pepe se culpaba de la muerte de su esposa e hija

La tragedia del domingo tiene sus raíces en el accidente ocurrido el 19 de marzo. Pepe conducía el coche en el que viajaban su esposa, su hija María José y sus nietos Guillermo y Pablo. Un desmayo al volante provocó un choque que resultó fatal para su esposa y su hija, mientras que los niños sufrieron graves heridas.

Desde entonces, Pepe, quien sobrevivió al accidente, había manifestado un profundo sentimiento de culpa y estaba en tratamiento psicológico.

Fernando Delgado, alcalde de Huétor Tájar, ha expresado la incredulidad y el dolor de la comunidad. “Quería a sus nietos, iba a todos lados con ellos, era lo único que le quedaba”, afirmó, remarcando que no había indicios que hicieran prever semejante tragedia.

La comunidad ha declarado tres días de luto oficial, y psicólogos han sido enviados a las escuelas donde estudiaban los niños para brindar apoyo emocional a los compañeros de clase.

Antonio, el padre de los niños, ha perdido en pocos meses a su esposa, a su madre y ahora a sus hijos, una cadena de desgracias que ha dejado a la comunidad en estado de shock.